Nuevos modelos y actualizaciones tecnológicas, la ironía del ser humano

Somos más que fans, adictos a las actualizaciones de cualquier sistema, llámese software, dispositivo o cualquier cosa que presente algún avance al que conocemos y usamos con frecuencia. Apenas vemos que sale un nuevo modelo de celular e inmediatamente pensamos en que el nuestro ya empieza a fallar, que es lento y hasta estorboso, cuando tiene al menos 6 meses que lo adquirimos y lo veíamos como el tesoro más grande que pudiéramos poseer.

Este problema, porque realmente es un problema, va más allá del lujo o de las compras compulsivas. Pareciera ser que nuestro cerebro sólo reacciona a la palabra “nuevas opciones, nuevo modelo, nuevas actualizaciones” y sin pensar sientes que lo requieres, lo necesitas right now.

Y es que el estreno del iPhone X trae como locos a todo el mundo, tanto que opacó el mismo debut del iPhone 8, un modelo que sólo incrementó el deseo por el X. No obstante, en México, como en varias cosas nos pintamos solos y pareciera que lo hacemos a modo sarcástico, pero ¡no!, es real. Podemos hacer de cualquier situación un verdadero meme, de las miles de cosas que sólo suceden en México. No sólo hubo quienes se formaron por 2 días, fuera de la tienda de Apple, sino además llevaron el dinero en efectivo, siendo éste el método de pago usual en la caja de Vía Santa Fe, viajaron por la CDMX con $26,999 pesos en la bolsa. México es uno de los países donde el iPhone es más costoso por debajo de Rusia, Unión Europea y Reino Unido, nuestra nación es el cuarto país en pagar más a la hora de la transacción.

Lo más curioso es que con semejante aparato, se siga empleando únicamente para la selfie, el face y los videos más cagados de la red. Y no es que las actualizaciones sean del diablo, sino que en realidad no sabemos qué tan útil realmente pueda ser para nuestras actividades o necesidades diarias. Aprovechar en un 100% todas las capacidades de un móvil, no es cosa sencilla, hablando de cualquier marca y sistema operativo.

Por otro lado, las prioridades se desajustan, qué requiero más en este momento una actualización que incluye algunos emojis extras o fluidez en las funciones que ocupó con regularidad. Una cámara de miles de pixeles o calidad en el video y el sonido, etc. Una situación que no tiene que ver únicamente con el consumismo, sino con el esnobismo.

No me resta más que decir; ¡que bueno que ya salió el iPhone X y que el iPhone 8 está menos caro, para que el iPhone 6 se devalúe y me pueda comprar el 4!