7 metidas de pata cuando tienes un amor a distancia

pareja a distancia

Hay que hablar claro y sinceramente, una relación amorosa siempre es complicada en algún punto, lo es más si ambos están en lados opuestos del mundo. Que si los celos, que si falta tiempo, que si la costumbre, etc.

¿Te has preguntado por qué tronó o puede tronar tu última relación a distancia? Aquí algunas respuestas.

Dijiste “sí” pese a no estar convencida(o)

Y aún así dijiste –está bien, sigamos a distancia-. Aunque ya sabían ambos que una relación monógama a kilómetros era difícil de mantener, se aventuraron.

Esto sucede porque el deseo de que funcione provoca un efecto adaptativo que evita sentirte mal. Tal como una coraza que te cubre, pero se reblandece con el tiempo.

¿Cómo se nota? Es muy evidente cuando llega la falta de interés por tener videollamadas, hablar por teléfono e incluso con los chats, te deja en visto, te contesta después de días o simplemente sus respuestas son “sí”, “no”, “bien” y similares.   

Pensar cosas negativas y comunicarlas sin darte cuenta

¿A ti te mata la incertidumbre o eres paciente? Sea cual sea tu respuesta, el no saber qué pasa por su cabeza, si sigue con el interés en ti o qué tanto van a durar así, va a cocinar tu cerebro de un momento a otro.

Estar pensándolo infinitamente no es nada sano, es entonces cuando las ideas pesimistas y de ruptura van a ocasionar que transmitas esa sensación de que el final se acerca y lo vas a acelerar o a generar si es que no existía tal posibilidad.

Dejar que los celos te dominen

Son de lo más escandalosos y provocadores de caos en las relaciones. Meter una dosis aunque sea pequeña entre los dos, deja una semilla que crece y crece conforme pasa el tiempo, hasta que un día alguien explota y provoca que la otra persona se fastidie.

Puedes decir que tú no lo eres “normalmente”, pero al saber lejos a tu pareja, puedes llegar a experimentar pensamientos paranoicos hasta cruzar por un nivel de toxicidad y posesividad que van a terminar por dañar bastante la relación y alejarla.

Preguntas como: ¿quién es él/ella?, ¿a dónde vas a ir hoy?, ¿por qué no me contestaste?, Son algunas de las preguntas que van encaminando la relación al fracaso. Si bien no son tan directas, las que vienen son peores, como: ¿ya estás saliendo con alguien más verdad?

Extrañar el toqueteo

Por supuesto que tener contacto físico con tu pareja es indispensable para completar el sentimiento del amor y claro, satisfacer la necesidad de tener sexo con quien amas. Por eso cuando se está en otra cuidad o país, la falta de contacto no se supera tan fácil.

Pueden hacer llamadas hot, mandarse videos o fotos, incluso conectarse y tener una videollamada candente, pero no será lo mismo y esto será como una piedra que pesará toneladas.

Postergar las citas presenciales por hacer otras cosas

Justo el día en que quedaron de verse algo pasa y cancela o lo haces tú. El problema de esto es que se hace común y después no será una vez, sino varias en que se les hará fácil postergar el encuentro hasta que (sin decirlo) ya no quieran esforzarse por estar juntos.

Si se programan las citas, ambos estarán emocionados pero estresados a la vez, porque como no sería algo improvisado, sino muy planeado, la sensación es de “tengo que estar ahí” por obligación, más que por querer hacerlo.

Ya que están juntos, se la pasan peleando

Las relaciones humanas a veces son todo un misterio. Se supone que querían escaparse y disfrutar uno del otro, pero ya se están agarrando del chongo por lo complicado que está siendo continuar, por los celos, las expectativas, etc.

También suele suceder que la tristeza se apodera de uno o los dos y se la pasan lamentándose y sufriendo anticipadamente. En palabras simples, se preocupan por lo que ya pasó y por el futuro sin divertirse en el presente y la cita se va al bote.

Se quieren, pero ya no se divierten como antes

Cuando las personas cambiamos de ambiente social y/o de trabajo, también cambiamos de gustos y preferencias. Es imposible que el entorno no te toque y te transforme. Así que lo que antes podía tenerlos muy interesados, ahora puede que ya no.

Eso que los podía mantener juntos por horas, al filo del asiento muy atentos, divertidos y cómodos, después ya los aburre porque ya no le hallan sentido. Incluso puede pasar que uno de los dos comience a tener nuevas experiencias y el otro se sienta rechazado.

Con estas metidas de pata quiero hacerte pensar que si tienes o vas a tener una relación con alguien que está lejos, debes evitar caer en estos errores. Porque muchas veces no te das cuenta de cómo saboteas la relación, hasta que alguien externo te lo dice.